La ciudad de Nueva Orleans ha sufrido un ciberataque lo suficientemente grave como para que la alcaldesa, LaToya Cantrell, declare el estado de emergencia.
El ataque comenzó a las 5 a.m. del viernes 13 de diciembre, una vez que se detectó actividad sospechosa en la red de la Ciudad y como medida de precaución, el departamento de TI de la ciudad ordenó a todos los empleados desconectarse de la red WiFi y apagar las computadoras.
Durante la conferencia de prensa en la que se informó del estado de emergencia, la alcadesa Cantrell confirmó que se trataba de un ciberataque por ransomware.
Aún es escasa la información al respecto, mientras tanto la investigación que involucra a las agencias estatales y federales continúa, así como el proceso de recuperación.
El 2 de octubre, el FBI emitió una advertencia por ciberataques de alto impacto contra objetivos del gobierno estatal y local. La advertencia también ponía sobre aviso a organizaciones médicas, industriales y del sector transporte.
El ataque de ransomware que ha afectado a Nueva Orleans sigue al que tuvo como objetivo el estado de Louisiana en noviembre. Aún no se sabe si los dos estaban conectados. Sin embargo, en agosto, 23 agencias gubernamentales fueron desconectadas a consecuencia de un ciberataque en el Estado de Texas. Lo cual indica que los municipios estadounidenses están constantemente en la mira de los atacantes.