El sitio web MIT Technology Review a publicado un recuento de las ciberamenazas registradas a lo largo de este 2018 con base en la predicción que realizaron seis meses atrás, obteniendo bastantes aciertos pero tambien algunos fallos.

-A continuación, los aciertos en dichas predicciones:

Grandes brechas de datos, esa hipótesis se cumplió bastante rápido. En marzo, MyFitnessPal, la aplicación de seguimiento de ejercicio y dieta, informó que había sufrido una de las mayores violaciones cibernéticas de la historia: los hackers robaron los nombres de usuario, las direcciones de correo electrónico y las contraseñas de unas 150 millones de cuentas.

En términos de cifras absolutas, este ataque ha superado al hackeo masivo de Equifax en 2017. El único aspecto positivo fue que muchas de las contraseñas estaban protegidas por un fuerte cifrado, lo que parece haber limitado las consecuencias negativas del ataque. También está el caos vivido con el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica, en donde los datos de alrededor de 87 millones de usuarios de la red social se compartieron sin su conocimiento ni consentimiento. Estrictamente hablando, este suceso no fue un hackeo. Pero merece una  (deshonrosa) mención, porque si la red social hubiera aplicado controles más estrictos, podría haber detectado el uso no autorizado de los datos más rápido y haberlo detenido antes.

Secuestro de potencia computacional de los equipos de terceros para minar criptomonedas, un ataque conocido como criptohackeo. En los últimos meses, varios hackers han hecho uso de malwares populares como Coinhive y Crypto Miner para secuestrar la capacidad de cómputo en la Nube de compañías como Tesla y la aseguradora británica Aviva. Y una gran empresa de seguridad, Darktrace, afirma que ha encontrado software de minería fraudulento en los sistemas de miles de sus clientes.

Otro pronóstico era que los hackers también empezarían a atacar las casas de cambio de criptomonedas. El último asalto de este tipo ocurrió a principios de este mes cuando Coinrail, una casa de intercambio surcoreano, se vio comprometida y casi un tercio de las monedas que tenía fueron robadas.

-En algunos casos, las predicciones fueron parcialmente acertadas:

Los ataques de ransomware se volverían aún más dañinos. Estos ataques utilizan malware que encripta los archivos de ordenador y solo los libera a cambio del pago de un rescate. Estos pagos suelen realizarse en criptomonedas, ya que de esta forma son imposibles de rastrear. Se pensaba que el ransomware afectaría especialmente a los proveedores de servicios en la Nube como Amazon y Google. Pero la gran historia de 2018 ha sido el gran ataque a la ciudad de Atlanta (EE. UU.), que paralizó gran parte de sus sistemas municipales. Los secuestradores de los datos, que exigieron un pago de unos 43,000 euros en Bitcoin, causaron daños permanentes, incluso borraron años de registros de vídeo policiales.

Por otra parte, se informó del riesgo de un posible ciberataque importante a la infraestructura física. De momento, esto no se ha cumplido. Pero el Departamento de Seguridad Nacional, el FBI (EE. UU.) y el Centro Nacional de Ciberseguridad (Reino Unido) dieron un paso sin precedentes en abril al emitir una advertencia conjunta de que hackers rusos han fijado sus objetivos en los enrutadores y otras infraestructuras de redes eléctricas e instalaciones militares.

-Cuestión de tiempo:

Algo que estaba en las predicciones, es que los hackers también hagan uso de armas de inteligencia artificial, por lo que muchas compañías de seguridad cibernética están buscando evidencias relacionadas con ello. Aún es muy pronto para saber si habrá un esfuerzo coordinado para piratear la infraestructura electoral, particularmente en Estados Unidos, ya que algunas partes del sistema aún son vulnerables al ciberataque. La prueba real vendrá durante las elecciones de mitad de período de Estados Unidos a finales de este año.

-Fallos:

Después de las predicciones realizadas en Enero, empezaron a publicarse noticias sobre graves fallas de seguridad en algunos semiconductores fabricados por compañías como Intel y AMD. Apodados Meltdown y Spectre, estos errores afectaron a miles de millones de chips y permitieron que los hackers, que ya habían comprometido los equipos, obtuvieran acceso a partes seguras de los procesadores, donde podían instalar malware y robar claves de seguridad.

Desde entonces, se ha producido un esfuerzo masivo y constante para abordar el problema a través de parches de software y cambios de hardware planificados, aunque siguen apareciendo nuevas variantes de fallas. Este caso no fue previsto en las predicciones, lo cual es un recordatorio de que cuando se trata de ciberseguridad, los riesgos no solo se esconden en el código.

Fuente https://www.technologyreview.es/s/10339/estos-han-sido-los-peores-ciberataques-en-lo-que-llevamos-de-2018