No siempre existieron tantos problemas con las redes WiFi, cuando comenzaron a utilizarse (2001) el escenario generalmente era el siguiente:
- Los puntos de acceso inalámbrico (Acces Point) únicamente funcionaban en la frecuencia de 2.4 GHz con alta potencia, mayor alcance y poca interferencia en el entorno.
- Los dispositivos cliente eran laptops con antenas que permitían una buena transmisión de datos.
- Había pocos dispositivos WiFi y sin tráfico de grandes volúmenes de información.
Pero en la actualidad, encontramos lo siguiente:
- El tráfico de información es mucho mayor.
- Se ha incrementado el número de equipos WiFi, ya que cada vez son más los dispositivos conectados por usuario.
- Al ser mayor el número de tecnologías que hacen uso de la frecuencias 2.4 GHz la interferencia aumentó y se optó por 5 GHz, una frecuencia más limpia, con mayor capacidad pero con la mitad de cobertura.
- Los dispositivos móviles son los más utilizados. Este tipo de equipos desarrollan menos potencia de transmisión, poseen menor ganancia de antena y además, mientras están encendidos realizan de manera continua comunicaciones con los AP (incluso cuando no son utilizados por el usuario).
- Si un dispositivo establece una mala conexión, hará uso del AP por más tiempo, afectando con ello al resto de los usuarios.
En muchas ocasiones se ha intentado determinar la cobertura inalámbrica en un cierto número de metros, sin embargo, ésta dependerá de múltiples factores, como la potencia del Access Point, el tipo de antena en el dispositivo del usuario, disponibilidad de canal, los obstáculos entre ambos, y algunos otros. De la misma manera, la calidad de la señal WiFi no depende únicamente del AP, sino también del dispositivo que intenta establecer una conexión con éste.
Debido a que la potencia de los Access Point es un factor importante en las redes WiFi, aparecieron en el mercado algunos AP con alta potencia. Sin embargo, con ellos se distorsiona la onda WiFi de alta capacidad, generando errores de comunicación y afectando el rendimiento real. Tampoco cumplen con los estándares de potencias recomendados. Por otro lado, al incrementar la potencia del Access Point se genera ruido que afecta a otros AP de la red.
También comenzaron a utilizarse los Access Point con grandes antenas, y aunque será mayor su ganancia y alcance, se recogerá más ruido y degradará el desempeño real.
Por último, debemos considerar que el óptimo funcionamiento de la red inalámbrica no depende únicamente de los dispositivos WiFi, si el origen de la falla se encuentra en la línea de switches, en el DHCP, en el cableado, etcétera; definitivamente no bastará con tener el equipo WiFi más robusto del mercado para obtener los resultados deseados.
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